"Perdona... ¿y por qué entrenas tanto?"

A principios de siglo, trabajando de monitor de natación en la piscina de Fuentenueva (Granada)

Había terminado INEF hace pocos años y trabajaba como monitor de natación en la piscina universitaria de Fuentenueva, en Granada capital. Ni siquiera tenía contrato laboral (era una especie de becario con prácticas remuneradas) y mi sueldo rondaba los 800-1000 euros, dependiendo de cuántas sustituciones pudiera cubrir durante el mes. Solía trabajar un par de horas por la mañana y 4-5 por la tarde, de lunes a sábado. No es que fuera el mejor trabajo del mundo, pero a mí no me faltaba de nada.

Juanma, Jose y Migue; supermonitores de Fuentenueva

Con ese horario, sin obligaciones matrimoniales ni haciendas por las que preocuparme, mi tiempo de ocio (la mayor parte del día) lo ocupaba el deporte. Recuerdo que estaba apuntado a un gimnasio en el que entrenaba cerca de 2 horas diarias. En dicho gimnasio se jugaba a squash, así que lo compaginaba con las pesas. No nos olvidemos de la natación, que practicaba unas veces solo y, otras, con el grupo de nivel avanzado al que daba clase (los "machacas"). En ocasiones, participaba en mis propias clases de aquagym, a veces hacía lo propio con las clases de waterpolo. Salía a correr, iba de vez en cuando al pabellón de gimnasia deportiva del INEF para rememorar mis "tiempos de gloria" haciendo acrobacias, etc. ¡Estaba a tope! 

Con el Kiki, funcionario de la piscina

Y bueno, no estaba "cuadra'o" porque si os cuento la alimentación que llevaba... 🤣

MarcObélix

El caso es que me pasaba entrenando la mayor parte del tiempo. Un buen día, mientras yo estaba sumergido en mi trabajo con las pesas, una compañera del gimnasio (Noemi) se me acercó y me pregunto:

- "Perdona... ¿por qué entrenas tanto?".
- "Hombre... pues porque...".
- "¿Ahá?"
- "...".
Sí, los puntos suspensivos fueron demasiado largos. Me quedé: 🙄 . Supongo que todo deportista que se precie tiene muy claro el ¿por qué? y ¿para qué? emplea su tiempo, su esfuerzo, su dedicación, su dinero, etc. Pero a mí me pilló "en bragas". La verdad es que yo no sabía bien el porqué "mío": ¿Ocio? ?Diversión? ¿Autoestima? ¿Superación? ¿Remuneración? ¿Aburrimiento? ¿Salud? ¿Inercia? ¿Personalidad? ¿Falta de personalidad? ¿Relax? ¿Mantenimiento? Podría haberle dicho cualquier cosa a mi amiga, pero lo que "me mató" fue que en su pregunta añadiera el adverbio de cantidad "TANTO"


¿Y tú? ¿Sabes por qué entrenas tanto?
              

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