El truco del té

¡Agüita con el té!

Esta mañana me he despertado y me he preparado un litro de un té en un termo. Esta costumbre la aprendí hace un par de años, cuando me propuse bajar unos kilitos porque ya estaba "ceba'o de gordo". He pensado en compartir unos consejillos sobre hidratación con vosotros, que seguro que os resultan interesantes; y, con la excusa, os hablo un poco sobre la importancia del agua para la salud.

* En el vídeo digo que "no soy vespertino", cuando me refiero precisamente a lo contrario 😅

Casi las 3/4 partes del mundo en que vivimos están formadas por agua. Curiosamente, el cuerpo humano guarda unas proporciones parecidas. ¿Tendrá algo que ver el hecho de que procedamos de la Tierra? Al igual que ocurre en nuestro planeta, en nuestro cuerpo hay más concentraciones de agua en unos sitios que en otros; se puede entender fácilmente que hay más agua en la sangre, por ejemplo, que en los músculos o la grasa (casi seca). 

Necesitamos agua para mantener nuestros órganos y funciones metabólicas y locomotoras funcionando en buen estado. Debido a que, constantemente, estamos perdiendo este líquido vital a través del sudor, la orina, las heces o el aliento; se hace pues imprescindible para la vida beber de esta sustancia para mantener el equilibrio funcional y homeostático del organismo. Por cierto, no olvidéis que, además del agua potable, también nos hidratamos gracias a bebidas y otros alimentos (sobre todo frutas y verduras). 

¿English breakfast para hacer té americano...? 🤔

Los expertos (es una manera de hablar) recomiendan tomar entre 2 y 3 litros de agua diarios. Evidentemente, hay muchos factores a tener en cuenta: no es lo mismo un bebé que un adulto o una mujer embarazada; del mismo modo que no es lo mismo estar en el desierto que en el polo norte; o haciendo deporte vs. tumbado en el sofá.
           
Por último, es conveniente apuntar que nada en exceso es saludable, ni siquiera el agua; ya quede puede darse una intoxicación por hiperhidratación. Hala... ¡A cuidarse!